The Epiphany of the Lord

01-08-2023Pastor's LetterFr. John Muir

A friend of mine is a young priest who teaches high school physics at a Catholic boys’ prep school. Like many today, the boys often think science and religion are enemies. So, he delights in their raised eyebrows when he reminds them his first full-time job as a priest was to be an astrophysicist.

He cataloged the size, shape, and matter of distant stars. He tells them, “Science gave me more love for God, not less.”

The Magi were something like scientist-astronomers. Like today’s scientists, they employed disciplined methods of discovering dependable patterns in the world. Their rigorous commitment to the truth led them to the joy of discovering Jesus. Their love for knowledge leads them to worship the Source of all knowledge. Luke says of them, “They were overjoyed at seeing the star.”

We may see the universe as cold and empty and feel sad. But why should we do that? The Magi, like my priest-friend, show us there is another way to experience the world. We use our intelligence to discover the beautiful patterns in the world — in mathematics, physics, astronomy, biology, neuroscience, and so on — and allow this to lead us to greater love for God. So, my fellow Magi: the world needs us to be overjoyed at finding God in science and, finally and fully, in Jesus.

— Father John Muir

La Epifanía del Señor

Un amigo mío es un joven sacerdote que enseña física de secundaria en una escuela preparatoria católica para niños. Como muchos hoy en día, los niños a menudo piensan que la ciencia y la religión son enemigas. Entonces, se deleita en sus cejas levantadas cuando les recuerda que su primer trabajo de tiempo completo como sacerdote fue ser astrofísico. Catalogó el tamaño, la forma y la materia de estrellas distantes. Él les dice: “La ciencia me dio más amor por Dios, no menos”.

Los Reyes Magos eran algo así como científicos-astrónomos. Al igual que los científicos de hoy, emplearon métodos disciplinados para descubrir patrones confiables en el mundo. Su riguroso compromiso con la verdad los llevó a la alegría de descubrir a Jesús. Su amor por el conocimiento los lleva a adorar a la Fuente de todo conocimiento. Lucas dice de ellos: “Se llenaron de alegría al ver la estrella”.

Podemos ver el universo como frío y vacío y sentirnos tristes. Pero, ¿por qué deberíamos hacer eso? Los Reyes Magos, como mi amigo sacerdote, nos muestran que hay otra manera de experimentar el mundo. Usamos nuestra inteligencia para descubrir los hermosos patrones del mundo —en matemáticas, física, astronomía, biología, neurociencia, etc.— y permitimos que esto nos lleve a un mayor amor por Dios. Así pues, mis queridos Magos: el mundo necesita que nos regocijemos al encontrar a Dios en la ciencia y, finalmente y plenamente, en Jesús.

— Padre John Muir

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