Happy Pentecost Sunday!
Today the Church celebrates the gift of the Holy Spirit given to the apostles at Pentecost. In the Office of Readings for today we hear from St. Irenaeus who says, “This was why the Lord had promised to send the Advocate: he was to prepare us as an offering to God. Like dry flour, which cannot become one lump of dough, one loaf of bread, without moisture, we who are many could not become one in Christ Jesus without the water that comes down from heaven. And like parched ground, which yields no harvest unless it receives moisture, we who were once like a waterless tree could never have lived and borne fruit without this abundant rainfall from above.”
St. Irenaeus, writing in the 2nd century, conveys to us the need we have for the Holy Spirit. As Catholics, we receive this gift in the Sacrament of Confirmation. Without the Holy spirit we remain dry flour, but with the Holy Spirit, we become what God intended for each of us. I would invite everyone to pray with the day of their Confirmation this week. Maybe you didn’t quite understand what was happening, maybe you had a good idea of what was happening; in any case the day of our Confirmation is still able to bear fruit for us. The graces of that day do not fade over time, but grow to the extent that we let them.
If you have never been confirmed, I invite you to reach out to Brian Hanson here at the parish and begin the process. Each of us is made to live in the grace of the Holy Spirit, so that we can bear fruit in this life that will endure for eternal life. I would like to extend congratulations to all of our newly confirmed adults and children.
As well, please keep Harold Escarcega in your prayers. Harold grew up here at St. Joan of Arc and will be ordained a transitional deacon next Sunday, May 30, at St. Thomas the Apostle. He will then have one more year of seminary formation before being ordained a priest next June. We are very proud of Harold and thankful for the gift of his vocation.
Have a great week everyone and know of my prayers!
In Christ,
Fr. Connealy
¡Feliz Domingo de Pentecostés!
Hoy, la Iglesia celebra el regalo del Espíritu Santo dado a los apóstoles en Pentecostés. En el Oficio de Lecturas de hoy, escuchamos a San Ireneo que dice: “Por esto el Señor prometió que nos enviaría aquel Abogado que nos haría capaces de Dios. Pues, del mismo modo que el trigo seco no puede convertirseen una masa compacta y en un solo pan, si antes no es humedecido, así también nosotros, que somos muchos, no podíamos convertirnos en una sola cosa en Cristo Jesús, sin esta agua quebaja del cielo. Y, así como la tierra árida no da fruto, si no recibe el agua, así también nosotros, que éramos antes como un leño árido, nunca hubiéramos dado el fruto de vida, sin esta gratuitalluvia de lo alto.”
San Ireneo, escribiendo en el siglo II, nos transmite la necesidad que tenemos del Espíritu Santo. Como católicos, recibimos este regalo en el Sacramento de la Confirmación. Sin el Espíritu Santo seguimos siendo harina seca, pero con el Espíritu Santo, llegamos a ser lo que Dios quiso para cada uno de nosotros. Invitaría a todos a orar con el día de su Confirmación esta semana. Tal vez no entendiste muy bien lo que estaba pasando, tal vez tenías una buena idea de lo que estaba sucediendo y, en cualquier caso, el día de nuestra Confirmación todavía puede darnos frutos. Las gracias de ese día no se desvanecen con el tiempo, pero crecen en la medida en que las permitimos.
Si nunca ha sido confirmado, lo invito a comunicarse con Brian Hanson aquí en la parroquia y comenzar el proceso. Cada uno de nosotros está hecho para vivir en la gracia del Espíritu Santo, para que podamos dar fruto en esta vida que perdurará para la vida eterna. Me gustaría extender mis felicitaciones a todos nuestros adultos y niños recién confirmados.
Además, mantenga a Harold Escarcega en sus oraciones. Harold creció aquí en Santa Juana de Arco y será ordenado diácono de transición el próximo domingo, el 30 de mayo, en San Tomas el Apóstole. Luego tendrá un año más de formación en el seminario antes de ser ordenado sacerdote el próximo el próximo junio de 2022. Estamos muy orgullosos de Harold y agradecidos por el regalo de su vocación.
¡Que tengan todos una gran semana y conozcan mis oraciones!
En Cristo,
P. Connealy