Thanks to a generous donor, our beautiful new outdoor Stations of the Cross arrived a few months ago. They are a powerful reminder of the suffering Our Lord endured for our salvation.
As I have stated often about our sacred additions, we are adding art that is meant to raise our minds to God and strengthen our personal relationship with Jesus Christ. Whenever I have shown people our new Stations of the Cross or our beautiful Church, they see things that often inspire them.
Just one example from our new 11th Station of the Cross can evoke prayer and awareness. This powerful scene depicts the moment when Jesus is nailed to the cross. There are three soldiers who stand above Our Lord as they nail Him to the cross.
These soldiers are haunting figures. I wonder if they are filled with dread at what is happening at their feet… or are they just following orders? To me, this station is a testament to what sin does to us. It robs us of life. It can evoke violence and hatred. It can cause us to stand paralyzed, ravaged by the sins of our past.
Of course, the antidote that heals us is stripped naked at their feet being nailed to the cross. Jesus is a willing sacrifice for their sins and the sins of the whole world. In just a few moments, the soldier’s lance will stab Jesus’ side and blood and water will gush from his lifeless body. This moment, of course, is the birth of the Church in baptism where our sins are forgiven.
Our own baptisms should most definitely be a part of our Lenten meditation. It is the Lenten focus for our Catechumens who long for the Easter Sacraments.
See how much God loves us. When we fail in discipleship after the baptismal waters have cleansed us, Jesus offers yet another sacrament to heal us. In John 20:23 Jesus calls his disciples to forgive sins. After breathing the power of the Holy Spirit into them Our Lord states, “Whose sins you forgive are forgiven them, and whose sins you retain are retained.”
As Catholics, we know this as the scriptural foundation of the Sacrament of Reconciliation. The priest, as Jesus explains, must hear the sins and most particularly, listen for contrition and a firm purpose on the part of the penitent to amend his or her life before absolution is given.
All this sounds lofty. But in reality, this involves a simple sacramental encounter between a priest and penitent. There is a liturgical formula that you may have forgotten if it has been a while--no matter. Any of our priests will happily guide you through a Lenten confession.
We have confessions every day from 8:00am - 8:25am except Sunday. We also have confessions at 5:30pm before the 6:00pm evening Mass on Monday and Wednesday. Lastly, we offer confessions on most Saturdays beginning at 3:00pm. May your Lent be a time of grace and healing.
God Bless,
Fr. Don Kline, V.F.
Gracias a un generoso donante, hoy tenemos nuestras hermosas estaciones de la Cruz al aire libre, llegaron hace unos meses. Las cuales son un poderoso recordatorio del sufrimiento que Nuestro Señor soportó para nuestra salvación.
Como he dicho a menudo acerca de nuestras estatuillas sagradas, estamos agregando arte que está destinado a elevar nuestras mentes a Dios y fortalecer nuestra relación personal con Jesucristo, Y siempre que he mostrado a las personas nuestras nuevas Estaciones de la Cruz o nuestra hermosa Iglesia, ven cosas que a menudo los inspiran.
Un ejemplo de ello en nuestras Estaciones de la Cruz es la No. 11, la que puede evocar la oración y la conciencia. Esta poderosa escena muestra el momento en que Jesús es clavado en la cruz. Hay tres soldados que están por encima de Nuestro Señor mientras lo clavan en la Cruz.
Estos soldados son personajes inquietantes. Me pregunto si están llenos de temor ante lo que está pasando a sus pies ... o simplemente están siguiendo las órdenes? Para mí, esta estación es un testimonio de lo que el pecado nos hace. Nos roba la vida. Puede evocar violencia y odio. Puede hacernos quedar paralizados, devastados por los pecados de nuestro pasado.
Por supuesto, el antídoto que nos cura esta desnudo a sus pies, clavado en la cruz. Jesús hace un sacrificio voluntario para sanar los pecados y los pecados del mundo entero. En pocos momentos, la lanza del soldado apuñalará el lado de Jesús y la sangre y el agua brotarán de su cuerpo sin vida. Este momento, por supuesto, es el nacimiento de la Iglesia en el bautismo donde nuestros pecados son perdonados.
Nuestro propio bautismo debe ser parte de nuestra meditación cuaresmal. Es el enfoque de Cuaresma para nuestros Catecúmenos que anhelan los Sacramentos Pascuales.
Mira cuánto nos ama Dios. Cuando fallamos en el discipulado después de que las aguas bautismales nos han limpiado, Jesús nos ofrece otro sacramento para sanarnos. En Juan 20:23 Jesús llama a sus discípulos a perdonar pecados. Después de respirar el poder del Espíritu Santo en ellos, nuestro Señor declara: "Los pecados que perdonáis son perdonados, y los pecados que retenéis son retenidos".
Como católicos, sabemos esto como el fundamento bíblico del Sacramento de la Reconciliación (Confesion) . El sacerdote, como Jesús explica, debe oír los pecados y, sobre todo, escuchar la contrición y un firme propósito por parte del penitente de enmendar su vida antes de que se le dé la absolución.
Todo esto suena muy elevado. Pero en realidad, esto implica un simple encuentro sacramental entre un sacerdote y un penitente. Si hubiese una fórmula litúrgica que olvido para la confesion - no importa. Cualquiera de nuestros sacerdotes los guiará a través de una confesión cuaresmal. Tenemos confesiones todos los días de 8:00 am - 8:25 am excepto el Domingo. También tenemos confesiones a las 5:30 pm antes de la misa vespertina de las 6:00 pm los Lunes y Miércoles. Por último, ofrecemos confesiones la mayoría de los sábados de las 3:00 pm hasta las 4:00 pm.
Que tu Cuaresma sea un tiempo de gracia y curación.
Dios te bendiga,
Fr. Don Kline, V.F.