Holy Week

04-13-2014Pastor's LetterFr. Don Kline

Dear Brothers and Sisters in Christ,

Today, Palm Sunday, the drama of Holy Week begins as we recall Jesus' triumphant entry into Jerusalem. This whole week is filled with beautiful signs and symbols that are meant to direct our attention to Christ's life, death and resurrection. The Church has been celebrating this season in this way for nearly 2000 years.

The roots of our liturgical observance of Holy Week go back to the second century and the core of the celebration of Holy Week is the Easter Vigil. In the beginning, it was a vigil in remembrance and expectation of Jesus' resurrection.

Soon, thereafter, the reception of the sacraments of initiation: baptism, confirmation and the Eucharist were added. It became and is the great sacramental night of the Church. Over time, the Easter Vigil was transformed and elongated into the Triduum of the Lord's passion, death and resurrection as is mentioned in the writings of St. Augustine in the 4th Century. In the Triduum, therefore, the Church added Holy Thursday and the Memorial of the Lord's death on Good Friday to the Easter Vigil.

At one time, Holy Thursday included three masses, a Mass to reconcile sinners, the Chrism Mass and an evening Mass to commemorate the institution of the Eucharist. Today, the Chrism Mass is celebrated at some point during Holy Week at the Cathedral with the bishop and his priests who renew their priestly promises. In our case, the Chrism Mass will be held Monday night of Holy Week at 7:00pm. During the Mass, the Bishop also consecrates three oils needed for the sacraments: Holy Chrism, the Oil of the Catechumenate and the Oil of the Sick.

The Easter Triduum begins on Holy Thursday evening with the Mass of the Lord's Supper. We recall Jesus' promise of his continuing presence through the Eucharist where we share His Body and Blood. It is followed by a prayer vigil until midnight that recalls Jesus agony in the garden.

Holy Thursday is joined to the second day of the Triduum or Good Friday. Dating back to at least the 4th Century, the practice of the Veneration of the Cross took place on Good Friday in Jerusalem, most likely because the relics of the true cross were there. In Rome, the church began to observe the Lord's passion by reading St. John's account of it, along with solemn Good Friday prayers.

The second day of the Triduum is Holy Saturday of the Lord's burial, a day of silence and fasting. There is no Eucharist that day, as a sign of expectation. The Church symbolically pauses before the crucified Lord's sepulcher and awaits His resurrection.

With the Easter Vigil on Holy Saturday night, the third day of the Easter Triduum begins: Sunday of the Lord's resurrection. It is the most important day of the liturgical year. During the Vigil, Christians renew their baptismal promises while they see new Christians initiated into the church.

So why all this meticulous detail? For two reasons really: The first is to remind us how ancient and important these days are, and secondly, to invite you to these liturgies. Those who participate will most assuredly grow in faith and love for Jesus crucified and risen from the dead, the reason for our celebration. Graces flow liberally during Holy Week. I hope you will attend with your family!

God Bless,
Fr. Don Kline

 

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Ahora celebramos el Domingo de Ramos, el drama de la Semana Santa comienza al recordar la entrada triunfante de Jesús a Jerusalén. Toda esta semana está llena de hermosos símbolos y señales que dirigen nuestra atención a la vida, muerte y resurrección de Cristo. La Iglesia ha celebrado este tiempo de esta manera por más de 2000 años.

Las raíces de nuestra observancia litúrgica de la Semana Santa se remontan al siglo II y el núcleo de la celebración de la Semana Santa es la Vigilia Pascual. Al principio era una vigilia en conmemoración y expectación a la resurrección de Jesús. Pronto, después, la recepción de los sacramentos de iniciación se añadieron: el bautizo, confirmación, y eucaristía. Se convirtió y es la gran noche sacramental de la Iglesia.

Con el tiempo, la Vigilia Pascual se transformo y alargo al Triduo de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor, tal como se menciona en los escritos de San Agustín el Siglo 4º. En el Triduo, por lo tanto, la Iglesia agrego el Jueves Santo y el Memorial de la muerte de Nuestro Señor en el Viernes Santo a la Vigilia Pascual.

En un tiempo el Jueves Santo incluía tres misas, una Misa para reconciliar a los pecadores, un Misa de Crisma y una Misa en la tarde para conmemorar la institución de la Eucaristía. Ahora en día, la Misa de Crisma se celebra en cualquier punto de la Semana Santa en la Catedral con el Obispo y sus sacerdotes, quienes, renuevan sus promesas sacerdotales. En nuestro caso la Misa de Crisma es siempre el Lunes durante la Semana Santa a las 7pm. Durante la Misa el Obispo también consagra los tres aceites que se necesitan para los sacramentos: el Santo Crisma, el Aceite de los Catecúmenos y el Aceite de los Enfermos.

El Triduo Pascual comienza con el Jueves Santo en la tarde con la Misa de la Cena del Señor. Este día recordamos la promesa de Jesús, de que continuaría presente por medio de la Eucaristía en donde compartimos Su Cuerpo y Su Sangre. Es seguido después por una vigilia hasta la media noche, la cual nos recuerda la agonía de Jesús en el jardín.

El Jueves Santo es unido con el segundo día del Triduo o Viernes Santo. Esta práctica de la Veneración de la Cruz se remota hasta casi el siglo 4º, en Jerusalén, probablemente porque las reliquias de la cruz estaban ahí. En Roma, la Iglesia comenzó a observar la pasión del leyendo el recuento en San Juan junto con oraciones solemnes el Viernes Santo.

El Segundo día del Triduo es el Sábado de Santo de la Sepultura del Señor, este es un día de silencio y ayuno. No hay Eucaristía ese día, como señal de expectación. La Iglesia simbólicamente se pausa ante el sepulcro de Nuestro Señor crucificado y espera Su resurrección.

Con la Vigilia Pascual del Sábado de Gloria en la noche, el tercer día del Triduo Pascual comienza: el Domingo de la resurrección del Señor es el día más importante del año litúrgico. Durante la Vigilia los cristianos renovamos nuestras promesas bautismales mientras ven a nuevos cristianos ser iniciados en la Iglesia Católica.

¿Pero porque todos estos detalles meticulosos? Realimente por dos razones: Primero para recordarnos que antiguos e importantes son estos días, y segundo, para invitarnos a entrar a estas liturgias. Todo el que participe en estos días realmente crecerá en su fe y en el amor de Jesús crucificado y resucitado de entre los muertos, la cual es la razón de esta celebración. Las gracias fluyen libremente durante la Semana Santa. Yo espero que asistan con toda su familia.

Que Dios los bendiga,
Padre Don Kline

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