Dear Brothers and Sisters in Christ,
Marriage is a precious gift from God and a dramatic way for one to live life. For those who are called to marriage and live it according to God's plan, eternal joy in heaven awaits you. Sadly, our very confused government who are called to defend marriage as God's gift is seeking to redefine marriage in a way that is contrary to God.
Archbishop Timothy Dolan of New York has said:
"Our nation and government have the duty to recognize and protect marriage, not tamper with and redefine it, nor to caricature the deeply held beliefs of so many citizens as 'discrimination,'" His statement followed the February 23 announcement that President Obama has instructed the Department of Justice to stop defending the Defense of Marriage Act (DOMA), a move Archbishop Dolan called an "alarming and grave injustice."
Marriage has always been and will always be the union of one man and one woman as husband and wife. The bond of marriage is beautifully serious – it involves creating new life and one's salvation. Marriage has eternal consequences. Clearly God has something to say about marriage – and He has said so much through Holy Mother Church and Sacred Scripture. One clear example of God's position on the definition of marriage comes from St. Paul's letter to the Ephesians:
For this reason a man shall leave his father and mother and be joined to his wife, and the two shall become one flesh. This is a great mystery, but I speak reference to Christ and the Church (Ephesians 5:31-32).
Tragically, many people are confused about the definition of marriage. Some, at the government level are seeking to redefine marriage in order to recognize so-called same-sex "marriage". This is a grave evil and contrary to God's plan for marriage. The Church (Catholics) rightly refuses to comply with the government's fictitious redefinition of marriage. Let us do all we can to not let this happen.
God Bless,
Fr. Don Kline
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,
El matrimonio es un hermoso regalo de Dios y una manera dramática de vivir. Para todos los que son llamados al matrimonio y lo viven de acuerdo al plan de Dios, la alegría eterna en el cielo les espera. Tristemente, nuestro confuso gobierno quienes están llamados a defender el matrimonio como regalo de Dios, está buscando redefinir el matrimonio a una manera que es completamente lo contrario de Dios.
El Arzobispo Timothy Dolan de New York ha dicho:
"Nuestra nación y gobierno tienen la obligación de reconocer y proteger el matrimonio, no de estropear o redefinirlo, ni tampoco hacer una caricatura de las creencias profundas de tantos ciudadanos y ponerlas como una 'discriminación'. Estas palabras las dijo después del anuncio del Presidente Obama el 23 de Febrero, en donde él le instruye al Departamento de Justicia que pare de defender la Ley de Defensa de Matrimonio (DOMA), un movimiento que el Arzobispo Dolan llamo algo, "alarmante y una grave injusticia".
El matrimonio siempre ha sido y siempre será la unión entre un hombre y una mujer como esposo y esposa. La unión del matrimonio es hermosa pero sería—involucra la creación de una vida y nuestra salvación. El matrimonio tiene consecuencias eternas. Claramente Dios tiene mucho que decir acerca del matrimonio—y El ha dicho mucho por medio de Nuestra Madre Iglesia y las Sagradas Escrituras. Un ejemplo claro de la posición de Dios en el matrimonio viene de la carta de San Pablo a los Efesios:
Por eso dejara el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y los dos formaran un solo ser. Este es un gran misterio, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia. (Efesios 5:31-32)
Trágicamente, muchas personas están confundidas acerca de la definición del matrimonio. Algunos, en el nivel del gobierno están buscando redefinir el matrimonio para reconocer la que ellos llaman "matrimonio" del mismo sexo. Esta es una maldad grave y es lo contrario al plan de Dios para el matrimonio. La Iglesia (católicos) se niega a cumplir con la redefinición ficticia del matrimonio. Vamos a hacer todo lo posible para que esto no suceda.
Que Dios los Bendiga,
Padre Don Kline