Planned Parenthood Closing

10-15-2017Pastor's LetterFr. Don Kline, V.F.

Dear Brothers and Sisters,

After nearly seven years of prayer, fasting, and a powerful Christian witness by Respect Life groups from several parishes coupled with the faithful presence of the Knights of Columbus every Tuesday night, the Planned Parenthood office on 32nd Street and Thunderbird has officially closed its doors. The hours of standing in the hot sun; hearing the insults of passersby; resisting the temptations to give up, all speak to the grit of the prayer warriors who fought the good fight… and won! Yes, it is only one victorious battle in the war against the unborn but it is one victory. But, as a result of this particular Planned Parenthood closing its doors, abortions will cease to be offered in our neighborhood and lives will be saved.

Some have asked what can we do now? Until every life is protected and abortion is understood as unthinkable, there is plenty to do. First, we understand that this is primarily a spiritual battle. Pray! Pray everyday. Make visits to Our Lord in the Most Blessed Sacrament. Pray the rosary as a family. Fast! Fasting frees our hearts from unhealthy desires and helps to fortify us to do good for others. When we pray and fast as a community, God’s mercy flows out into the world. As one person attending 40 Days For Life recently said, “You bring joy to the one place that has none. You shed light in this darkness. We know that we’re not guaranteed happiness, but we are guaranteed joy and mercy and love if we are faithful. You bring peace to this sidewalk, and you bring the Prince of Peace.”

There was a time not so long ago that abortion was viewed as a crime against humanity. This sort of thinking “evolved” and many began to believe that lie that abortion is necessary and we “need to make it [abortion] safe and rare”. Today, many people believe that abortion is not only a “right”, it gives women “dignity”. To think otherwise means that you are “intolerant” and a “hater”.

Some people believe we are living in the “end times”. We are living in the end times but we just do not know the day nor the hour. In the meantime, we are also called to be a virtuous people… to love God and love our neighbor. The Church tells us we must live in hope. That can be difficult when we are surrounded by so much sorrow and sin. Despite all our brokenness and setbacks, the beauty and the glory of God remain. Every person who ever stood up for life will have some sense of God’s awesomeness when you see the face of a child saved from death.

Archbishop Chaput, the Archbishop of Philadelphia once said, “Our lives matter to the degree that we give them away to serve God and to help other people. Our lives matter not because of who we are. They matter because of who God is. His mercy, His justice, His love – these are the things that move the galaxies and reach into the womb to touch the unborn child with the grandeur of being human. And we become more human ourselves by seeing the humanity in the poor, the weak and the unborn child and then fighting for it.”

God Bless,

Fr. Don Kline, V.F.
Pastor

Cierra Local de Planned Parenthood

Queridos Hermanos y Hermanas,

Después de casi siete años de oración, ayuno y el gran testimonio de muchos Cristianos de grupos como “Respect Life” de distintas parroquias, unido a la presencial fiel de los Caballeros de Colón, cada Martes por la noche, las oficinas de Planned Parenthood en la calle 32 y Thunderbird anunció que cierra oficialmente. Las horas que se pasaron parados bajo el sol, escuchando los insultos de los iban pasando, resistiendo la tentación de rendirse, todas nos confirman la fuerza de la oración de aquellos que peleaban la buena pelea… y han ganado! Si, es solamente una batalla victoriosa en la guerra contra los no nacidos, pero es una victoria. Y como resultado de que cierre esta oficina de Planned Parenthood, los abortos ya no se ofrecerán en nuestro vecindario y vidas serán salvadas.

Algunos me han preguntado, y ahora qué hacemos? Hasta que cada vida sea protegida y el aborto se entienda como algo impensable, hay mucho que hacer. Primero, debemos entender que esto es principalmente una batalla espiritual. Recen! Recen todos los días. Hagan visitas a Nuestro Señor todos los días en el Sagrario. Recen el Rosario en familia. Ayunen! El ayuno libera nuestro corazón de los deseos que no son sanos y ayuda a fortalecernos para hacer el bien a otros. Cuando rezamos y hacemos ayuno como comunidad, la misericordia de Dios fluye hacia todo el mundo. Como dijo recientemente una persona que fue a “40 Dias por la Vida”, “Ustedes traen alegría a ese lugar en donde no hay alegría. Ustedes iluminan en la obscuridad. Sabemos que no tenemos garantizada la felicidad, pero tenemos garantizado el gozo, la misericordia y el amor si somos fieles. Ustedes traen la paz a estas calles y traen al Principe de la Paz.”

Hubo una vez no hace mucho tiempo en que el aborto era visto como un crimen hacia la humanidad. Esta forma de pensar “evolucionó” y muchos empezaron a creer la mentira de que el aborto es necesario y “nosotros debemos hacerlo de una manera segura y exclusiva”. Hoy muchas personas creen que el aborto no es solamente un “derecho”, sino que le da a la mujer “dignidad”. El pensar diferente quiere decir que somos unos “intolerantes” y unos “odiosos”.

Algunas personas creen que vivimos en los “últimos tiempos”. Estamos viviendo en los últimos tiempos pero no sabemos ni el día ni la hora. Y mientras tanto, estamos llamados a ser personas virtuosas… a amar a Dios y amar a nuestros semejantes. La Iglesia nos dice que debemos vivir de la esperanza. Esto puede ser difícil cuando estamos rodeados de tanto sufrimiento y pecado. A pesar de nuestra fragilidad y dificultades para vivir en santidad, la belleza y la gloria de Dios permanecen. Cada persona que haya luchado por la vida tendrá algún sentido de la maravilla de Dios cuando pueda mirar la cara de un niño que fue salvado de la muerte.

El Arzobispo Chaput, el Arzobispo de Philadelphia, dijo una vez, “Nuestras vidas valen en la medida que las entreguemos al servicio de Dios y a la ayuda de otras personas. Nuestras vidas valen no por quienes somos nosotros. Valen por quien Dios es. Su Misericordia, Su Justicia, Su Amor -estas son las cosas que mueven las galaxias y llegan hasta el vientre para tocar al bebé que no ha nacido y dotarlo con la grandeza de ser humano. Y nos hacemos más humanos nosotros al ver la humanidad de los pobres, de los débiles, y de los no nacidos y entonces luchando por ellos.”

Que Dios los Bendiga,

Fr. Don Kline, V.F.
Parroco

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