Almsgiving

03-11-2018Pastor's LetterFr. Don Kline, V.F.

Dear Brothers and Sisters,

The foundational call of Christians to charity is a frequent theme of the Gospels. During Lent, we are asked to focus more intently on "almsgiving," which means donating money or goods to the poor and performing other acts of charity. As one of the three pillars of Lenten practice, almsgiving is "a witness to fraternal charity" and "a work of justice pleasing to God." (Catechism of the Catholic Church, no. 2462).

Our Lord gives us three essential occasions for spiritual growth during the Lenten Season--prayer, fasting and almsgiving. I have already addressed the importance of prayer and fasting in the previous bulletin. Today I want to focus on the third of the three pillars: Almsgiving.

The word alms comes from a Greek word that when translated means mercy. So, to give alms means to show mercy. One of the attributes of God is that of mercy. Since God is merciful, we must show mercy too. One of the great ways we show mercy is by giving to the poor. Giving to those in need is listening and following God’s command to love our neighbor as ourselves.

If you are honest with yourself you will realize that you too are in need. We are all in need of healing from something that we have done or that was done to us. The remedy for the healing we seek comes from God in a variety of ways. The Seven Sacraments offer hope and healing as they draw us closer to God and who He created us to be.

The Sacraments are the expression of God’s mercy and love for us His children. When we give alms, we are offering only what God has given us. However, if you neglect the needs of others, it is a grave sin against charity because you are acting in a way that is contrary to who God made you to be. We are made for love. We are made to love.

While almsgiving may seem straightforward, you may still wonder how exactly you can practice it this Lent. To guide us, Mother Church outlines 7 corporal—or bodily—works of mercy, as well as 7 spiritual works of mercy.

The corporal works of mercy are:

  • To instruct the ignorant
  • To give drink to the thirsty
  • To clothe the naked
  • To harbor the harborless
  • To visit the sick
  • To ransom the captive
  • To bury the dead

The spiritual works of mercy are:

  • To feed the hungry
  • To counsel the doubtful
  • To admonish simmers
  • To bear wrongs patiently
  • To forgive offenses willingly
  • To comfort the afflicted
  • To pray for the living and the dead

God Bless,

Fr. Don Kline, V.F.
Pastor

Limosna

Queridos hermanos y hermanas,

El llamado fundamental de los cristianos a la caridad es un tema frecuente de los Evangelios. Durante la Cuaresma, se nos pide que nos concentremos más intensamente en "dar limosna", lo que significa donar dinero o bienes a los pobres y realizar otros actos de caridad. Como uno de los tres pilares de la práctica de la Cuaresma, la limosna es "un testimonio de la caridad fraterna" y "una obra de justicia que agrada a Dios". (Catecismo de la Iglesia Católica, n. ° 2462).

Nuestro Señor nos da tres ocasiones esenciales para el crecimiento espiritual durante la temporada de Cuaresma: oración, ayuno y limosna. Ya me he referido a la importancia de la oración y el ayuno en el boletín anterior. Hoy quiero centrarme en el tercero de los tres pilares: Almsgiving (Limosna).

La palabra limosna proviene de una palabra griega que cuando se traduce significa misericordia. Entonces, dar limosnas significa mostrar misericordia. Uno de los atributos de Dios es el de misericordia. Como Dios es misericordioso, debemos mostrar misericordia también. Una de las mejores formas en que mostramos misericordia es dándole a los pobres. Dar a los necesitados es escuchar y seguir el mandato de Dios de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Si eres honesto contigo mismo, te darás cuenta de que tú también lo necesitas. Todos necesitamos una cura de algo que hayamos hecho o que nos hayan hecho. El remedio para la curación que buscamos proviene de Dios en una variedad de formas. Los Siete Sacramentos ofrecen esperanza y sanidad a medida que nos acercan a Dios y para lo cual Él nos creó.

Los sacramentos son expresión de la misericordia y el amor de Dios por nosotros, sus hijos. Cuando damos limosnas, estamos ofreciendo solo lo que Dios nos ha dado. Sin embargo, si descuidas las necesidades de los demás, es un pecado grave contra la caridad porque estás actuando de manera contraria para lo que Dios te hizo. Estamos hechos para el amor Estamos hechos para amar.

Si bien la limosna puede parecer sencilla, aún puede preguntarse cómo exactamente puede practicarla esta Cuaresma. Para guiarnos, la Santa Madre Igles Las obras de misericordia corporales son:

Las obras de misericordia corporales son:

  • Alimentar a los hambrientos
  • Dar de beber a los sedientos
  • Vestir al desnudo
  • Albergar a quien no tiene hogar
  • Visitar a los enfermos
  • Rescatar a los oprimidos y cautivos
  • Enterrar a los muertos

Las obras espirituales de misericordia son:

  • Instruir a los ignorantes
  • Asesorar a los dudosos
  • Amonestar a los pecadores
  • Soportar los errores con paciencia
  • Perdonar ofensas voluntariamente
  • Consolar a los afligidos
  • Orar por los vivos y los muertos

Dos bendiga
P. Don Kline, V.F.

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