4th Sunday of Easter

04-21-2024Pastor's Letter© LPi Fr. John Muir

Recently I was with my little dog Libby at a retreat center in the Arizona desert. I sat in a chair near a ravine filled with shrubs. Unbeknownst to me, Libby wandered down there and disappeared. Suddenly an animal’s wild shriek erupted from the area. Without thinking, I bolted down into the ravine fully expecting to see coyotes, javelinas, or rattlesnakes. I didn’t care. I desperately wanted to get Libby out of there, without any self-regard. Before I could face whatever danger lay hidden, my dog blissfully trotted out from an entirely different area, utterly unaware that I had (quite heroically) just placed my life on the line.

When the adrenaline wore off, I thought to myself: how far would I have been willing to go to save her? I don’t know. But I do know, if I had literally died, my friends and family would have certainly thought me insane for dying for a dog. No offense, Libby.

How passionately Jesus wants us to know him and his willingness to die for us! This week he says, “I know my own and my own know me,” and “I lay down my life for the sheep.” Here we encounter an insanely excessive love for us. Christianity is a relationship and not simply a religion or ethical code. In Jesus, God rescues and saves us. He laid down his life for you and me — and he has taken it up again. So often we are like Libby — blissfully ignorant of the reality of both our spiritual danger and his saving love. This Easter season, the risen Jesus calls us to be more conscious than ever before about his love. He never ceases to lay down his life for us.


4º Domingo de Pascua

¿Quiénes son nuestros pastores hoy en día? ¿Qué voces escuchamos? ¿A quién seguimos o hacemos caso? En una parte de la sociedad tan materializada, que busca el poder personal olvidándose de los que lo rodean y envuelta en la tecnología tan avanzada, es casi imposible distinguir al buen Pastor. Ensimismada en sí misma y en sus caprichos egoístas se aleja fácilmente de la verdad y la justicia tan necesarias para el acercamiento al pastoreo de Jesús por medio de su Palabra. Sin embargo, si ponemos atención en medio de la vida cotidiana, nos daremos cuenta que sí existen pastores que arriesgan la vida por sus ovejas. Como ejemplo vivo, tenemos al Obispo de la Diócesis de Matagalpa, Nicaragua, Monseñor Rolando Álvarez condenado a 26 años de cárcel por decir la verdad y buscar la justicia para su comunidad.

El Papa Francisco como nuestro máximo Pastor nos invita a ir hacia nosotros mismos y reflexionar en lo siguiente: “Queridos hermanos y hermanas: en este tiempo, muchos pensamientos y preocupaciones nos llevan a volver y a adentrarnos en nosotros mismos. Prestemos atención a las voces que llegan a nuestros corazones. Preguntémonos de dónde vienen. Pidamos la gracia de reconocer y seguir la voz del buen Pastor, que nos saca del redil del egoísmo y nos guía hacia los pastos de la verdadera libertad (05-03-2020). En este domingo hagamos nuestras las palabas de Jesús y sigamos su ejemplo de guiar a los que amamos por el buen camino. “El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10:11).

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